lunes, 27 de mayo de 2013

DESCUBRE EL TRABAJO EN TU PASIÓN

Me gusta hablar de la situación actual y como afrontamos una misma situación en un país diferente al nuestro, ¿Qué haría un español cuando gana un importante premio en una lotería? Comprarse una casa (o cambiar la actual), un coche, irse de vacaciones...; ¿y qué haría un Mexicano cuando recibe una importante suma de dinero? Montar una empresa.

Esta historia  es la realidad de personas con la que he trabajado y he podedido comprobar como el hombre ante un situación igual lo afronta de forma diferente, con ello no quiero decir cual es la válida. Pero para mi la más acertada en esta vida es plantar y cuidar aquello que nos das fruto para vivir.

Nos hemos encontrado en este caso que la aspiración de muchas personas: afrontar un reto de vida y poner su propia empresa con la que poder generar su propia riqueza sin depender de las decisiones, muchas veces caprichosas y aleatorias, de terceras personas. Y le doy credibilidad porque también guarda coherencia con los valores que se le inculca a los jóvenes que crecen en zonas deprimidas: hay que buscarse la vida para subsistir. Este constante caerse y levantarse, caerse y levantarse, caerse y levantarse... hace que cada vez se tenga menos miedo a las caídas porque gracias a ellas ya se tiene perfeccionada la "técnica" para levantarse y volver a andar.

Es como los bebés; ¿se imagina usted que un bebé desistiera de su empeño al primer tortazo que se pega? No se lo imaginan, ¿verdad? El bebé insiste y mejora su "desempeño" hasta que, más tarde o más temprano, acaba andando. Y hasta corriendo.

Yo llevo mucho tiempo preguntándome qué pasa en nuestra sociedad que tenemos un pánico atroz a las caídas. Y creo firmemente que la sobreprotección que nos dan de pequeños inhibe nuestra capacidad para afrontar los tropezones diarios y nos fuerza a vivir en el miedo permanente por caer. Con una mente entrenada en ese pensamiento, ¿es de esperar que emerja la valentía necesaria para afrontar con firmeza un trance económico como el actual?

El gran problema de nuestro país  ha sido de educación y valores, y ahora solo nos toca cambiar o adaptarnos, porque otra opción sería permanecer igual. Y este no es el caminio para salir de la situación actual.

Admiremos a otras civilizaciones como se adapta a las situaciones actuales y salen de sus zonas de confort sin miedo.

Recuerda que antes de llegar a conseguir el éxito caeras varias veces, pero esas caídas son parte del camino para llegar al fin.

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domingo, 5 de mayo de 2013

VIVE LA VIDA QUE QUIERES


La vida es como un camino, hay caminos largos y cortos, planos y empinados, fáciles y difíciles. En nuestra vida, atravesaremos por muchos caminos conforme vayamos viviendo.
Hay caminos que llevan a la fama y la fortuna, hay caminos que llevan a la desolación y la pobreza, hay caminos que llevan al matrimonio, y hay caminos que llevan a la soltería.
Hay caminos de felicidad, y hay caminos de tristeza, caminos de victoria y júbilo y caminos de derrota y decepción.
Así como en cualquier camino, existen esquinas, giros y cruces en nuestras vidas. Quizás el camino más complejo que puedas encontrar en tu vida sea una bifurcación o un cruce de caminos, en el que debes tomar la decisión de ir por alguno de los dos.
Con sólo dos opciones para escoger y poco conocimiento sobre los resultados finales de ambas ¿Qué camino tomarías? ¿Cuál sería ese camino correcto que garantice tu éxito? Y en todo caso ¿Tomarías algún camino? O ¿Te quedarías donde estás sin moverte?.
Bueno, lo cierto es que no hay garantías.
No sabes a donde te llevará un camino hasta que empiezas a recorrerlo. No hay garantías, y a diferencia de la vida real, difícilmente podrás retornar en el tiempo y tomar otro camino distinto. El hecho de que no haya garantías sobre el éxito con casi cualquier opción que tomes, es una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta para tu vida.
Nadie dijo que hacer lo correcto todo el tiempo te llevaría a la felicidad. Amar a alguien con todo tu corazón no te garantiza que seas correspondido. Ganar fama y fortuna no te garantiza la felicidad. Recibir consejos de los mejores en ciertas áreas no te hace igual que ellos y por tanto no tienes garantías de que harás las cosas igual de bien.
Existen muchos posibles resultados y todos ellos dependerán de lo que hagas al respecto en el presente. Todo se trata de tus pequeñas decisiones. Tu vida es el resultado de lo que has pensado y las decisiones que has tomado.
En lo único que si tienes pleno poder, es en cómo piensas y reaccionas ante las situaciones que se presenten en tu vida, y déjame decirte que sabiendo esto, cuentas con una gran ventaja con respecto a las personas que no lo saben. Estás por delante de los demás porque sabes cómo influenciar el mundo influenciándote primero a ti mismo.
Cuando tienes la potestad de autocontrolarte y efectivamente decidir cómo sentirte y reaccionar ante las eventualidades de la vida, puedes convertir tus resultados en exitosos independientemente de las situaciones y los caminos que tomes.
¿Si supieras que estás tomando una mala decisión, continuarías de todos modos? Posiblemente no. ¿Por qué escoger un camino que seguro te llevaría a la perdición? ¿Por qué tomar una decisión si desde un principio se sabe que no es la correcta?
Solamente luego de tomar una decisión y reflexionar sobre ella, es que te das cuenta si se encuentra acorde a tus deseos. Si las consecuencias o resultados son buenos para ti, entonces has decidido correctamente, sino, tu decisión estuvo mal tomada.
Sin embargo, debes tomar riesgos.
Con base en el hecho de que en la vida no existen garantías de éxito en todo camino que se escoja, por más que otros lo hayan vivido congruentemente, y sumándole a esto el hecho de que conscientemente puedes escoger dominar tus emociones, pensamientos y reacciones ante ciertos eventos en tu vida, una muy buena opción es tomar riesgos.
Suena extraño, pero lo mejor cuando se tienen dudas es arriesgarse. Es mucho mejor arrepentirse de lo que se hace, y no de lo que se deja de hacer. Finalmente, si tomaste tu decisión y te equivocaste, algo tuviste que haber aprendido. Y si fue la decisión correcta, gozaste y también aprendiste. El riesgo por consiguiente, se convierte en una excelente opción.