De cualquier objetivo que queramos alcanzar lo marcas sobre una línea al final de la misma. Y determinas el tiempo que tienes para llegar al mismo.
Miras hacia
atrás y piensa que tienes que hacer antes para llegar a ese gran objetivo.
Y empieza a
trocear esa línea en mini objetivo que compone ese gran objetivo.
Alcanzar
esos objetivos en el corto plazo es mucho más asequible que el largo plazo,
porque las acciones son más asesquible. Y la consecución de los mismos nos da
impulso para seguir caminando hacia el gran objetivo.
(Programa de radio del 21 de Noviembre El poder
limitante de las creencias, de David Alonso)
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